Mi ángel

Una mirada perdida se fijó en ella, una chica joven de unos quince años o quien sabe, más joven aún. Con sueños & metas que cumplir, con deseos que tocar, con una vida por delante. & ahí estaba él, esperando a que ella se fijara. Él dieciséis años, sin estudios, solo, solo con una moto, perdido entre la muchedumbre de la noche, enfrente del bar de siempre, intentando conseguir algo para llenar su vació, como un perro abandonado buscando su amo.

Miedo, mucho miedo por las calles, oscuras, solo con la luz de la luna, a su lado su fiel amiga la moto, la que le acompaño a lo largo de todos sus kilómetros, quien sabe donde.

Otra noche, otro día, rutina de siempre, la ve, la ve salir del instituto, la ve con sus amigas, nada, no se fija en ese pobre chico de la acera de enfrente.

Otra vez solo, solo en la noche vacía, en la noche sola, coge la moto, carretera abajo, carretera arriba, kilómetros incontables, todo por no pensar en ella, ella la única que llegó a su corazón con tan solo verla, el corazón de él empezó a latir de nuevo, empezó a sentir amor.

Una noche, noche fría, lluvia, gotas que resbalan en la piel del joven muchacho.

Ella con un chico en la acera de enfrente, él los ve, los ve discutir, gritándose, ella llorando le grita ¡vete! & este le responde con una bofetada.

Él, muchacho enamorado, ve como a la chica de sus sueños le pegan, no se lo piensa dos veces, lloviendo, las calles solas, altas horas, pelea, lluvia, pelea, esta vez no eran gotas de agua las que resbalan por la piel del joven muchacho enamorado, gotas de sangre que caen por la piel tensa de aquel muchacho enamorado.

Ella le grita al que le pegó, ¡No quiero verte más en mi puta vida! ¡te odio! ¡no tengo palabras ya para nada, vete te digo! él se fue entre insultos.

Muchacho enamorado, tirado en medio de la calle, sangrando, chica, joven chica, ella le dice al joven muchacho enamorado que poco a poco se va incorporando, no tuviste porque hacerlo, lo siento por meterte en este lio, de verdad que lo siento, ¿por que lo hiciste? no tengo palabras, lo siento mucho todo esto que te ha hecho ese inútil, no se como agradecértelo, pero aún no entiendo porque lo hiciste... el muchacho no le dejó terminar de hablar, se le acercó, le dijo a la oreja, lo hice por esto... & la besó en los labios, dos adolescentes, en medio de la calzada, sangre por la piel de aquel muchacho, chica perdida sin saber que decir, dulce beso, beso sincero.

El joven muchacho se aparta, & le dice a la joven chica todos los días te veo salir del instituto, te veo con tus amigas, noto como el corazón late más deprisa, siento una cálida brisa de amor, dulce amor que vaga por mis venas, por la noches muero pensando en ti, en que nunca serás mía, en que no podré darte mi vida, mi amor, sueño con poder verte cada día, con poder protegerte, con poder hacerte feliz toda la vida... & así pasan mis días mirándote, soñando, muriendo por ti.

La chica lo abraza fuertemente, no sabe que decir, pasan los segundos, los minutos, para de llover, la chica no lo deja, se aferra a él.

Ella lo besa, beso largo, miradas que se cruzan, la joven chica le dice me tengo que ir, pero espero volverte a ver, me he enamorado de tan solo mirar tu sincera mirada, de escuchar tus dulces palabras & de besar tus tiernos labios, te quiero... el muchacho la deja ir, poco a poco se separan sus manos, ve como se aleja, su larga melena morena, las estrellas & la luna mirándola como se marcha, el joven muchacho enamorado le grita ¡YO TAMBIÉN TE QUIERO! ¡TE ESPERARÉ SIEMPRE!

La muchacha se gira, lo ve, ahí en medio de la calle, aún sangrando, no se lo piensa más veces, retrocede, corre hacía él, salta, cae sobre los brazos del muchacho, se acarician, ella lo besa, lo mira a los ojos, verdes, trasparentes, ella, ojos azules, azules como el cielo, como el mar.

Vuelven a besarse intensamente, ella le susurra al oído gracias el le pregunta ¿porque? & la muchacha le responde por ser mi ángel de la guarda él no le contesta, la besa nuevamente, un beso dulce.