“En algún momento de los últimos
ocho meses, mi voz (o mi mente) ha sido abducida por una neurona borde. Lo
quiera o no, el 92% de las cosas que digo suenan a sarcasmo. No puedo evitarlo,
es superior a mí.”
“La tristeza que rezuma su cuerpo
parece lluvia radioactiva.”
“En realidad no soy tan capulla,
es solo que estoy mosqueada con el mundo.”
“¿Qué se supone que tengo que
decirle? ¿Debería saludar como si nada y sonreír? ¿O levantar el pulgar en plan
me-ale-gro-de-verte? Al final, simplemente me quedo ahí, hundida en el asiento,
echando miradas furtivas por el retrovisor lateral.”
“Pero es el Por favor lo que surte efecto. Como un cuchillo en el corazón.”
“Está triste porque me he vuelto
una supercapulla (con el poder del sarcasmo implacable), y decepcionado, porque
tengo una capa invisible que no les deja ayudarme. ¿O estoy mezclando las
causas de la tristeza y la decepción? En fin, da igual. El caso es que está
preocupado porque, por lo visto, soy un desastre.”
“Me encantaría ser un perro: te
acarician, te alimentan, y puedes jugar y dormir cuando te da la gana. ¿Quién
no querría vivir así?”
“Él está mosqueado conmigo porque
tengo emociones fastidiosas, como la rabia y la tristeza, que incomodan a los
que están a mi alrededor e incluso les complican la vida.”
“Cuando Jamie murió, su muro se
quedó colapsado. Nuestros amigos (esos que puedes contar con los dedos de las
manos) le colgaron mensajes muy bonitos, pero no os podéis imaginar la cantidad
de moscas cojoneras que publicaban mierda en plan ‘¡Te queremos, Jamie!’ y ‘Nunca
te olvidaremos!’. Era asqueroso.”
“No cabe duda de que la
persistencia de los recuerdos es directamente proporcional al trauma que te
generan […] Cuanto más traumático y alarmante sea el recuerdo, más te aferra.
Te acosa. Te acecha.”
“Nunca me imaginé que con una
mirada pudieran sumergirse hasta el fondo de tu alma.”
“Ahora estoy de mal humor y
siento cero emoción por las cosas.”
“No me gustan las abreviaturas y
estoy totalmente concienciada con el uso de las tildes en los mensajes. De lo
contrario, ¿en qué clase de mundo viviríamos?”
“Paso, ni loca. No voy a tomar
antidepresivos. No estoy deprimida; estoy triste. Hay una clara diferencia,
¿no? Pero los adultos y sus preocupaciones me convencieron, y acabé cediendo. Y
miradme ahora: soy toda una Miss Sonrisas, irradiando buen rollo y energía
positiva dondequiera que vaya.”
“Y el caso es que a mí me
gustaría decirlo y verle sonreír, pero la neurona borde me paraliza y me
domina.”
“De repente siento que tengo que
saberlo. Ni siquiera sé por qué tengo que saberlo, pero lo necesito.”
“Estoy hiperventilando de rabia.
Sé que la situación no es para tanto, pero no puedo evitarlo. ‘Respuestas
desproporcionada’, así es como lo llamaba una de las psicólogas. Respuesta
desproporcionada con el subtítulo estás-a-la-que-saltas-por-cualquier-tontería.”
“Tampoco es que sea una experta
en pellas, pero sé escabullirme del radar de vigilancia si hace falta. Y solo
lo hago cuando realmente lo necesito. Da igual. El caso es que existe un sitio
al que siempre puedo huir: el cementerio.”
“¿Por qué no puedo volver a
sentirme como una persona normal? Aquí no hay nadie más que me comprenda. Nadie
que me pueda responder honestamente cuando pregunto: ‘¿Sabes lo que quiero
decir?’. Ese ‘Sí, sé que quieres decir’ es lo que define técnicamente a una
Amiga Para Siempre.”
“Estuve llorando […] y muchas
otras veces desde entonces, pero es como sacar cubos de agua del mar: no
importa lo rápido que achiques, seguirás teniendo un océano. Y cuando te
abruman los sentimientos, todo es tan fresco y tan crudo como el primer día.”
“Pensamientos profundos. Grandes
interrogantes. Demasiado profundos para abarcarlos y demasiado grandes para
cargar con ellos.”
“Si ya es bastante duro controlar
tus propias reacciones, ¿qué pasaría si tuviéramos que soportar también las
reacciones de los demás?”
“Cuando muere una persona a la
que quieres, el mundo entero pega un vuelco. Una vez que el caleidoscopio gira
de forma tan drástica, las reglas habituales… pierden su razón de ser. Y
entonces empiezas a plantearte qué es lo que realmente importa en esta vida y
qué no.”
“Igual por eso parece tan
tranquilo y tan distante. Pero no os equivoquéis: no es que no le importe nada,
simplemente se limita a preocuparse por lo que merece la pena preocuparse.”
“Significa que no sé cómo ser
amable contigo. Y aunque quiero hacerlo, no me sale. Significa que tengo miedo
de que te canses de mis mierdas y decidas estar con la chica perfecta.”
“Y que las cosas suceden sin
previo aviso. ¡Pum! Y tu vida puede ser diferente.”
“Pero ¿acaso no es eso lo que
hace la gente todo el tiempo? La vida es una constante comparación entre el
resto y nosotros. Nos damos cuenta de quiénes somos, de qué cosas buenas o
malas nos pasan, en relación con las situaciones y experiencias de otras
personas.”
“Pero lo que realmente importa es
cómo te sientes con respecto a la gente. Y el hecho de que ESTÉS AHÍ siempre
que te necesiten. Ya no se trata de las apariencias, sino de lo que es real. Se
trata de relacionarse con las personas (y los perros) a los que quieres, y que
también te quieren a ti.”
Me han encantado las citas, son preciosas!!
ResponderEliminarBesos xx
El libro no me llama demasiado pero tiene citas preciosas!
ResponderEliminarBesos
Una buena recopilación de citas, a cada cual más interesante. Me apunto el libro^^
ResponderEliminarNo las he leído porque quiero leerme este libro y bueno, no me quiero autospoiler jeje. De todos modos te digo que le tengo muchísimas ganas.
ResponderEliminarUn besito.
Le eche un ojo al libro en una librería y es muy original! Las citas que has puesto me han gustado mucho :)
ResponderEliminarBesos
O-o Me han gustado mucho ^^
ResponderEliminarGracias por compartirlas ;)
besitos<3
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