4a Prueba del Concurso Veraniego 2012

¡Hola Concursantes!

¿Como va el verano? Bueno no escribo más, aquí os dejo la cuarta prueba, y ya solo quedan dos, bueno... tres contando esta. Y la cuarta prueba consiste en...

*Cada participante del concurso deberá mandarme un micro-relato de 150 palabras a concursoveraniego@hotmail.com con el asunto Cuarta Prueba. En el correo también tiene que venir el anuncio en twitter y/o facebook --> Cuarta prueba del Concurso Veraniego -url de la entrada-.
*El tema del micro-relato es "Animales", tenéis que escribir un micro-relato desde la perspectiva de vuestro animal preferido, puede ser cualquiera, desde un perro hasta una libélula (es lo primer que se me ha ocurrido).
*Por mandar el micro-relato conseguiréis 20 puntos pero si queréis conseguir más también os pueden votar. ¿Como? Pues exactamente igual como la tercera prueba.
             -El micro-relato será subido al blog en esta misma entrada, así que cuanto antes la enviéis antes  podréis difundir para que os voten, podrán votar hasta el fin del Concurso Veraniego (finaliza el 31 de agosto) debéis para conseguir puntos, que la gente (bloggers o cualquier persona que tenga cuenta de google) os vote, (los votos de anónimos o los nombres pero que no tengan perfil tampoco serán validos).
             -Los bloggers que os voten deben ser seguidores del blog, si no, no vale.

             -Cada voto valdrá 5 puntos. 

Y por último y más esperado el cuarto premio del Concurso Veraniego es...

                              ¡Un ejemplar de Baile de mascaras 4. Los vampiros de Morganville!

Y se me olvidaba, las pruebas son para conseguir puntos para poder elegir el libro que quieras y tener más oportunidades de ganar, no para conseguir el libro que se desvela en tal prueba.

Vampiresa nos trae su micro-relato 

Soy un leopardo precioso, con una mancha blanca que va desde el cuello a la tripita.   Me encanta dormir con mis hermanos de la manada sobre los árboles o debajo de ellos a la sombra. Jugamos mucho con nuestras madres, aunque, ellas no quieren jugar, sino gruñir. Cuando salimos a cazar, me gusta mucho acechar a mis presas desde la cercanía, mientras, voy sigilosamente  acercándome a ellas. Me gusta comer gacelas, antílopes…….. Al dormir, suelo dormir enroscado o agachado con la cabeza apoyada  en mis patitas delanteras. Por la noche suelo tener buena vista y buen olfato por si vienen otros felinos a acechar nuestras tierras y a quitarnos nuestra comida, esa comida, la tenemos escondida. No nos llevamos bien con nuestros vecinos, una vez, nos quitaron nuestras tierras, nos desterraron, estuvimos sin agua  ni comida, pero, recuperamos nuestro territorio. Me aparee con una hembra albina, tuvimos cuatro cachorros blancos.

Dream on nos trae su micro-relato "Al son de las olas"

Todo estaba tranquilo. Los rayos del sol se reflejaban en la superficie del océano, arrancando miles de destellos; amanecía.

En medio de aquella paz, un gran delfín plateado saltaba al son de las olas. Se hundía, volvía a emerger, cada vez con más impulso; volvía a sumergirse, trazaba arcos sobre el mar, giraba en el agua, azotándolo con la aleta caudal.

Poco después, un corriente marina quiso llevarlo hacia el lugar de siempre. No se encontraba a demasiada profundidad. Sin embargo, la visión de aquella carabela hundida del s.XV, encallada entre algunas rocas, sobrecogió otra vez al delfín.

Las velas rotas, los mástiles inclinados, la cubierta astillada… Aun así, se había convertido en un hervidero de vida, conquistado por diversa flora y fauna marina. El delfín se aproximó a la quilla, cerca de la cual había un agujero suficientemente grande como para permitirle el paso.

El interior del barco era aún más impresionante que el exterior. Una explosión de colores y formas: cristales, mobiliario esparcido, algas, pececillos, sombras y burbujas. Siguiendo la dirección que marcaba su aleta, nadó hacia lo que parecía el camarote principal. Se internó en él.

Dentro, encontró una increíble maravilla dorada, roja, azul, azabache, perla, coral, acero, esmeralda… pero sobre todo dorada. Se desparramaba por los laterales del cofre abierto, y si no estuvieran sumergidas, esas piezas habrían tintineado como campanillas.

Un tesoro hundido.

Dama Sombría nos trae su micro-relato "Esa perrita loca"

Me alegro mucho de que te acerques a mi, no importa quien seas yo me emocional igual y enseguida quiero ser tu amiga, espera corre escóndete que viene una mosca... vale, vale, ya paso, a lo que iba , me alegro de estar aquí, aun recuerdo el primer día que viene,solo era una cría de meses, había otro como yo muy mayor que apenas podía moverse, ni respirar, llegue a esta cosa por que mis vecinas humanas me trajeron, estaban cansadas de verme en la puerta sin que me dieran de comer y me pegaran, por lo que supe era lo que pretendían, dejarme fuera para que me cogieran y deshacerse de mi.

A mi eso me daba igual, yo quería a mis dueños y aun que en esta casa me acogieron justo cuando el otro como yo se iba seguía queriendo volver, tenia comida y todo, pero cuando me sacaban a pasear hacia el camino de la vieja casa.

Pero ya paso, este es mi sitio, me defiende de las moscas que me hacen temblar, me pasean, me dan papeles para romper por que me encanta, y aun que ladro mucho por supuesto no me pegan.

Akaxu nos trae su micro-relato

Tengo hambre. Lo mejor será que vaya a buscar algo de comida, ahora que soy mayor tengo que ocuparme de mi misma. Decido pasar la carretera para ir al parque de enfrente pero me paro a recordar aquellos tiempos en los que lo pasábamos tan bien, ahora mi amigo, el que era como yo de pequeño, no está. Pienso en la comida y sigo buscando. Continúo caminando pero veo a un gato en la ventana mirándome. No entiendo cómo puede vivir con ellos, con los humanos. El otro día dos vinieron hacía mí corriendo amenazantes por lo que tuve que esconderme detrás de la verja donde no podían pasar. De repente oigo algo, me giro y veo a las señoras que nos traen comida, salgo corriendo hacia ellas. Vale, supongo que no todos los humanos son tan malos. Una vez con el estómago lleno solo me apetece echarme, maullar y dormir.

José Hervás nos trae su micro-relato "Ya no quedan moscas"

"Ya no quedan moscas. Creo que por fin las he matado a todas. Hay silencio y estoy orgulloso. Todo lo orgulloso que se puede estar en mi situación. Hace tres días que no como ni bebo, y casi ni me levanto de la cama. Es curioso cómo un pequeño esfuerzo me llena tanto de satisfacción. Me cuesta respirar, no me duele nada, pero quiero cerrar los ojos y dormir. El silencio me ayudará a dormir. Dormir… Pero no quiero hacerlo. Sé que no volveré a despertar y me da miedo. ¿Por qué las he matado? Quiero ver el sol y a los niños en la calle, pero no tengo fuerzas para abrir la ventana. Tengo que descansar un poco para poder levantarme de nuevo. Seguro que podré hacerlo. Ya conseguí matarlas y abriré la ventana… Tengo sueño, no puedo evitar dormirme y ya no quedan moscas en casa…"

Sthemoreno nos trae su micro-relato "Mis cuatro vidas"

Vivir una vida en constante cambio no es fàcil, he de aprender a sobrevivir en el mundo como alguien diferente cada vez que un ciclo termina y otro comienza.

Sin embargo, atravesar por tantas etapas me da una perspectiva diferente cada día. Mi primera vida ni la recuerdo, solo era algo dentro de un huevo, la segunda, demasiado larga y aburrida,  me arrastraba por las ramas de los arboles en busca de cómida y un lugar seguro  para la siguiente fase.

Ahora estoy sumida en la tercera, el tiempo que antes no me importaba ahora desfila ante mis ojos con lentitud, consciente de que estoy en mi metamorfosis, el proceso que me llevarà al último escalón y aún así la espera se me hace eterna, però no importa, dentro de poco llegaré al final, por ahora solo tengo que esperar, anhelando el día en que por el cielo pueda volar. 

Athenna nos trae su micro-relato 

ESCENA 01

 “¡Aura!” Intento esconderme o pedir auxilio, pero es demasiado tarde. Me ha levantado en brazos “¿Qué  has hecho?” Creo que está claro “¿Tenía que ser en el sofá?” Ese es por no sacarme a pasear.

 ESCENA 02

 Otra vez esta maldita cosa me impide el paso. Todos los días tengo que rascar con mis pequeñas patitas, esperando hacerme oír. ¿Por qué no harán un agujero abajo para que yo pueda entrar y salir cuando quiera?

 ESCENA 03

 Estos humanos me confunden. Aura, chiqui, perro, bizcocho, loro,…son tantas las formas por las que me llaman que tengo  conflicto de identidades. ¿No esperarán que les conteste si ni siquiera estoy segura de cómo me llamo?

 ESCENA 04

 Soy la guardiana de la casa, es mi trabajo. Sin embargo, soy una incomprendida. Casi todas las veces que ladro, me gritan. ¡Así no hay quien trabaje.